Mamas

Descripción El aumento mamario está des­ti­nado a dar mayor vol­u­men y proyec­ción a las mamas, ya sea que sean pequeñas desde siem­pre o que se hayan vaci­ado después de la lac­tan­cia. Per­mite además cor­re­gir asimetrías de vol­u­men entre ambos lados, y ayuda en casos con­géni­tos de irreg­u­lar­i­dades o ausen­cia de desar­rollo mamario uni o bilateral. Con­siste en la intro­duc­ción de próte­sis de sil­i­cona, recu­bierta o no de poli­ure­tano, debajo de la glán­dula o del mús­culo pec­toral mayor. Esta próte­sis puede ser puesta por vía sub­ma­maria ( en el surco) o peri­are­o­lar. El tipo y tamaño de la próte­sis se escoge en fun­ción de cada paciente, para que sea ade­cuado a su estruc­tura y a sus deseos de cam­bio, para lograr la mejor armonía estética.
Aneste­sia Esta es una cirugía que real­izo bajo aneste­sia gen­eral, ya que por ser de ubi­cación cor­po­ral alta, una aneste­sia raquídea o peridural puede ser insu­fi­ciente. Debido a la duración de aprox­i­mada­mente dos horas de la cirugía, la aneste­sia gen­eral no rep­re­senta un gran riesgo como en las cirugías may­ores a tres horas.
Recuperación La paciente despierta de la aneste­sia con sostén deportivo puesto y una curación sobre las inci­siones, que se man­ten­drá hasta el próx­imo con­trol. Gen­eral­mente no uso drenaje en los aumen­tos con próte­sis de sil­i­cona, pero en las recu­bier­tas con poli­ure­tano dejo drenaje por entre 1 y 3 días. Debe usar el sostén deportivo per­ma­nen­te­mente por ideal­mente 21 días. La primera sem­ana se debe man­tener reposo rel­a­tivo, sin realizar activi­dad física, sobre todo con las extrem­i­dades supe­ri­ores. Puede rein­te­grarse a su activi­dad cotid­i­ana alrede­dor de los 7– 10 días post­op­er­a­to­rios. En gen­eral el dolor y las moles­tias son mod­er­adas, con­tro­ladas ade­cuada­mente con anal­ge­sia vía oral.
Descripción Esta cirugía tiene como obje­tivo lev­an­tar las mamas, pudi­endo uti­lizar sólo el tejido mamario caído o agre­gando una próte­sis para dar mayor tamaño, proyec­ción o con­sis­ten­cia si fuese nece­sario. Suele estar indi­cada después de haber con­clu­ido el período de lac­tan­cia, ya que la glán­dula se atrofia, pero el estuche de piel queda laxo y cae, dando el aspecto de una mama vaci­ada y caída, sin tur­gen­cia. Con­siste en reposi­cionar el com­plejo areola-​pezón en el tórax , rear­mando el cono mamario, graso glan­du­lar a su alrede­dor, en la nueva posi­ción. Luego se cubre con el estuche cutá­neo para dar la forma de una nueva mama reposi­cio­ni­ada más arriba, armónica con la estruc­tura y los deseos de tamaño y con­sis­ten­cia de la paciente.
Aneste­sia Esta cirugía se real­iza bajo aneste­sia gen­eral, por la necesi­dad de tra­ba­jar en una zona amplia y alta del cuerpo, que no es ade­cuada de tra­ba­jar con otro tipo de anestesia.
Recuperación Es una cirugía que provoca leves moles­tias post­op­er­a­to­rias, que se pueden mane­jar con anal­ge­sia vía oral. En gen­eral no uso drenaje para esta cirugía, por lo que la paciente despierta sólo con curación de tela sobre la mama y con sostén deportivo, el que deberá usar día y noche por al menos 21 días. Debe realizar reposo rel­a­tivo, no en cama, por una sem­ana, sin activi­dad física intensa sobre todo de extrem­i­dades supe­ri­ores. Ten­drá un rein­te­gro pro­gre­sivo a su activi­dad de vida diaria, pudi­endo retornar a su vida lab­o­ral alrede­dor de los 15 días post­op­er­a­to­rios. Podrá realizar una vida nor­mal con ejer­ci­cio a las 6 semanas.
Descripción Esta cirugía tiene como obje­tivo dis­minuir el tamaño de las mamas y posi­cionarlas cor­rec­ta­mente en el tórax, ya que sue­len estar caí­das debido a su tamaño y peso. Depen­di­endo del tamaño y de las moles­tias físi­cas que oca­sio­nen las mamas grandes puede ser con­sid­er­ada como una cirugía recon­struc­tiva y no estética, estando así cubierta por el sis­tema de salud de la paciente. Con­siste en mane­jar la glán­dula, reti­rando el exceso graso cutá­neo, reposi­cio­nando el com­plejo areola-​pezón más arriba y volver a armar el cono mamario en esta nueva posi­ción, con menor vol­u­men y peso. Sobre esto se reor­dena la piel, reti­rando el exceso cutá­neo para dar forma a la nueva mama. Las inci­siones y pos­te­ri­ores cica­tri­ces depen­den de la téc­nica que se util­ice, lo que varía según las necesi­dades de la paciente (caso a caso), y sue­len ser al menos peri­are­o­lares, pudi­endo agre­garse una cica­triz ver­ti­cal y una sub­ma­maria en el surco, de mayor o menor longitud.
Aneste­sia Esta es una cirugía que se real­iza bajo aneste­sia gen­eral, por la ubi­cación alta de la región a manip­u­lar y la amplia manip­u­lación de tejido nece­saria para lograr un buen resul­tado, pudi­endo requerir mez­cla de téc­ni­cas uti­lizando lipo­suc­ción en algunos casos como manejo complementario.
Recuperación La paciente despierta con una curación con tela de papel sobre la total­i­dad de cada mama, además del uso del sostén deportivo post­op­er­a­to­rio. Gen­eral­mente no uso drenaje en estas cirugías. Las moles­tias y el dolor son leves, abso­lu­ta­mente mane­jables con anal­ge­sia vía oral. Debe realizarse reposo rel­a­tivo, no en cama, por una sem­ana, rein­te­grán­dose de forma pro­gre­siva a la activi­dad de vida diaria, pudi­endo retornar a la activi­dad lab­o­ral a las 2 semanas.